El pasado de la ciudad se refleja en su conjunto arquitectónico. Este monumento románico del siglo XII es el único testimonio preservado de un antiguo monasterio agustino, fundado en la segunda parte del siglo XI. Tras la desaparición de la comunidad primitiva, fue comprada en 1578 por la Orden de Sant Domènec, de ahí su nombre actual. Las capitales y columnas provienen del claustro del monasterio románico temprano, pero la construcción data del siglo XVI. Las capitales ofrecen un tema rico y variado que mezcla motivos vegetales y geométricos y figuras zoológicas; 5 de ellos están hechos historia: Adán y Eva, los atlantes, la caza, el banquete y los siete pecados mortales. En 1835, tras el desconsfugio, pasó a manos del Ayuntamiento, por lo que ha cumplido varias funciones: hospital, corte, barracones e incluso cine. El edificio que rodeaba el claustro, una gran muralla reconstruida en el siglo XVIII, fue demolido en el siglo XX en la década de 1960. Actualmente, es el elemento arquitectónico más importante abierto al público de Peralada. Junto a él, tras la compra de un inmueble auxiliar, el Ayuntamiento creó en 2001 el centro de turismo cultural del municipio.